FAMILIA OLFATIVA: oriental, floral, avainillado
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Notas de salida: absoluto de ylang ylang, absoluto de champaka
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Notas de corazón: vainilla de Tahiti
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Notas de fondo: almizcle, ámbar, sándalo
NARIZ: creado por Gian Luca Perris en el año 2020
EVOCACIONES
Originario de Centro América la planta de vainilla pertenece a la familia de las orquídeas, tiene una forma típica de Liana y crece en los bosques tropicales húmedos.
VAINILLA DE TAHITI es una sinfonía de notas dulces cálidas, exóticas y suaves. Una vainilla potente y envolvente que se enriquece con notas florales de ylang ylang y champaka, que seduce con cálidas facetas ambarinas y almizcladas y finalmente te embriaga con aromas amaderados de sándalo. VAINILLA DE TAHITI es como un abrazo cálido y dulce que te seduce.
En México, la vainilla se usaba como afrodisiaco, mezclado con chocolate, mientras que las mujeres jíbaro de Perú y Ecuador solía aplicarlo como un bálsamo debajo de los brazos y usar las vainas como collares.
La vainilla es una especie que nace gracias a un verdadero acto de amor, el resultado de un extraordinario “matrimonio”. El matrimonio se llama de hecho el proceso de polinización de la flor inducida artificialmente por el hombre. Un trabajo sabio y delicado que solo las manos expertas pueden hacer y que saca a la luz el fruto de la planta.
Existen numerosas variedades de vainilla, entre ellas la más virtuosa es la “VAINILLA DE TAHITI” botánicamente única. El fruto madura directamente en la planta sin el proceso de intervención de hombre, desarrollando así las típicas notas calidad, exóticas y dulces de forma natural y espontánea.
El proceso de extracción de esta materia prima es innovador y moderno. La VAINILLA DE TAHITI no se extrae con disolventes, sino a través de un proceso más natural y menos invasivo, definido como CO2 supercrítico, que conserva todas las facetas aromáticas y la identidad de su perfil natural para garantizar un extracto de pureza.
Sus cualidades olfativas son verdaderamente únicas. La VAINILLA DE TAHITI es exótica y potente, con notas cremosas y muy dulces. La delicadeza de su perfume cautivador, la consistencia suave y aceitosa de su vaina y su potente aroma lo convierten en una materia prima excepcional.
Gian Luca Perris, Nariz y Director creativo de Perris Montecarlo, saca a la luz la singularidad de esta vainilla, creando una fragancia exótica y gourmet.
“Soñé con dar voz al suave aroma de la flor de vainilla que no fuese el aroma más azucarado típico de la vainilla, más comúnmente utilizado en perfumería. Gracias a la exclusividad de la materia prima de excelencia, como esta VAINILLA DE TAHITI, finalmente pude crear mi pintura olfativa”