Xplicit Vanilla de Mancera, una oda hedonista al poder seductor de la vainilla más atrevida y voluptuosa

Familia Olfativa: Oriental Vainilla

Notas de Salida: Chocolate oscuro y vainilla mexicana

Notas de Corazón: Oud camboyano, azúcar moreno, sándalo australiano y cedro

Notas de Fondo: Haba tonka, benjuí y ámbar

Perfumista: Pierre Montale

Año de Lanzamiento: 2025

Xplicit Vanilla de Mancera no es una fragancia cualquiera. Es un manifiesto olfativo que se presenta como un susurro oscuro, casi prohibido, que despierta los sentidos desde el primer instante. Con un inicio voluptuoso y provocativo, el chocolate oscuro se funde con la vainilla mexicana en una danza cálida y golosa, que más que olerse, se saborea. La apertura es adictiva, como un beso inesperado que derrite toda resistencia.

La vainilla aquí no es tímida ni complaciente. Es salvaje, densa, profunda. Una vainilla que deja de ser postre para convertirse en piel, en deseo, en misterio. Envuelta por el amargor del cacao más puro, se convierte en una promesa carnal que te invita a acercarte más, a perderte en su abrazo envolvente.

El corazón de Xplicit Vanilla late con un pulso oriental e hipnótico. El oud camboyano, exótico y ligeramente ahumado, aporta ese carácter magnético y místico que transforma la fragancia en una experiencia sensorial intensa. El azúcar moreno le suma una dulzura tostada, caramelizada, que se mezcla a la perfección con la cremosidad terrosa del sándalo australiano y el toque seco del cedro. Un contraste delicioso entre lo oscuro y lo luminoso, entre lo salvaje y lo suave.

Cada ingrediente del corazón ha sido elegido con maestría para acentuar el carácter sensual del perfume. No hay notas superfluas, todo juega a favor del impacto emocional. El oud no domina, se funde. El sándalo no opaca, acuna. El azúcar no empalaga, seduce.

La base de esta composición es una caricia cálida que permanece durante horas sobre la piel. El benjuí, con su resina ligeramente balsámica, actúa como nexo entre lo dulce y lo oriental. La haba tonka despliega su faceta especiada y avainillada con un giro ambarado, mientras el ámbar envuelve el conjunto en un halo de misterio dorado, profundo y muy íntimo.

El secado de Xplicit Vanilla es una delicia para quienes aman los perfumes con estela envolvente y una duración que parece desafiar el tiempo. Es un perfume que deja huella, no sólo en la piel, sino también en la memoria de quien lo huele. Tiene esa cualidad adictiva que invita a reaplicar no por necesidad, sino por placer.

Pierre Montale ha sabido traducir la dualidad de la vainilla en una narrativa perfumada rica, voluptuosa y decididamente contemporánea. Xplicit Vanilla no es inocente ni cursi; es intensa, elegante, profundamente sensual y sorprendentemente versátil.

Ideal tanto para noches seductoras como para días en los que quieres sentirte poderoso y abrazado por una fragancia que parece contar una historia secreta, Xplicit Vanilla es un guiño a la intimidad, a lo prohibido, a lo que no se dice en voz alta pero se expresa con la piel. Una creación moderna, osada y deliciosamente irresistible.