La Fin du Monde EDP - Etat Libre d'Orange

La Fin du Monde EDP - Etat Libre d'Orange
El Fin del Mundo tiene Perfume: La Fragancia del Último Suspiro
Familia Olfativa: Ambarada especiada con acentos gourmand y un corazón floral atípico
Notas de Salida: Palomitas de maíz, pimienta negra, sésamo tostado
Notas de Corazón: Fresia, semillas de comino, absoluto de iris
Notas de Fondo: Acorde de pólvora, semillas de ambreta, sándalo
Bueno, sabemos lo que estás pensando. Ya pasamos por eso. El caos, la histeria colectiva, los profetas con carteles en las esquinas, las películas catastróficas de sábado por la tarde. Lo vivimos. Lo olimos en el aire cuando el reloj marcó la medianoche del 2000. Y ahora, frente a la fragancia que lleva en su alma el eco del apocalipsis, solo queda rendirse y dejarse envolver. Porque sí, incluso el Fin del Mundo tiene olor… y es inesperadamente adictivo.
La primera impresión es un golpe de nostalgia y contradicción: palomitas de maíz calientes, dulces y mantecosas, envueltas por la pimienta negra más viva y chispeante. Como un snack prohibido en una sala de cine donde se proyecta el colapso del universo. El sésamo tostado, con su carácter graso, umami y casi ancestral, añade una densidad sabrosa que se siente en la piel como el crepitar del tiempo derrumbándose.
En el corazón, el desconcierto se vuelve fascinación. La fresia trae un frescor inesperado, casi como una brisa postradicional en medio del caos. Pero es un espejismo: las semillas de comino emergen con su lado terroso, casi corporal, como si el perfume quisiera recordarte que la humanidad siempre fue un poco animal. Y el absoluto de iris, seco, empolvado y majestuoso, nos habla desde otro plano, como el eco de algo perdido para siempre.
El final no decepciona. O mejor dicho, estremece. La pólvora, con su acorde mineral, metálico y ahumado, irrumpe como una promesa cumplida. Una nota que no grita, sino susurra el estruendo del colapso. Las semillas de ambreta, con su calidez almizclada y ligeramente afrutada, amortiguan la caída, dándole un aire casi íntimo, como una despedida susurrada al oído. Y por último, el sándalo —cremoso, denso, envolvente— nos cubre como una manta mientras las luces del mundo se apagan.
Esta fragancia no es para cualquiera. No es bonita. No es cómoda. Es provocadora, existencial, profundamente cinematográfica. Es el olor que te imaginas flotando sobre los restos de una civilización que lo vio venir pero no hizo nada. O quizá sí: creó una obra maestra aromática para recordarlo.
Ideal para almas que disfrutan de lo insólito, de los contrastes extremos, de las historias que no terminan bien —pero que son inolvidables. Esta no es una fragancia de oficina. Es una pieza conceptual. Un manifiesto en forma líquida. Un perfume que huele a arte, a desobediencia, a filosofía embotellada.
No hay marcha atrás. Una vez lo hueles, algo cambia. Y no, no estás exagerando. No estás solo. Muchos lo hemos sentido: esa extraña mezcla de placer y vértigo, de atracción fatal. El Fin del Mundo, al final, tiene sentido si huele así.
Y entre todas las cosas que podrías llevar puestas cuando el universo decida colapsar… ¿no debería ser esta?
Ficha de datos
- Cantidad en ml
- 100ml
- Cantidad ml para Precio Unitario
- 100ml
Referencias específicas
- ean13
- 3760168591150
- mpn
- FDM100
- Referencia
- FDM100
- Marca
- Etat Libre d'Orange