Lady Tubereuse de Moresque: un tributo olfativo a la feminidad intensa y luminosa

Familia Olfativa: Oriental Floral

Notas de Salida: Nardos, notas afrutadas, jengibre

Notas de Corazón: Azucena, ylang-ylang, angélica

Notas de Fondo: Vainilla, haba tonka, resina, ámbar, almizcle blanco, cedro, vetiver

Perfumista: Información no divulgada por la casa Moresque

Año de Lanzamiento: 2020

Lady Tubereuse de Moresque es mucho más que una fragancia; es una declaración de sofisticación radiante y magnetismo floral con alma oriental. Desde el primer instante, este perfume despliega una sinfonía luminosa y envolvente que atrapa los sentidos, marcando una presencia inolvidable allá donde se posa. La maison Moresque, reconocida por su maestría en equilibrar opulencia e innovación, nos regala una interpretación sublime del nardo, esa flor tan carnal como celestial.

Su apertura es vibrante y adictiva: los nardos brotan en todo su esplendor, exuberantes y embriagadores, acompañados por una mezcla jugosa de notas afrutadas que aportan frescura, y un leve toque especiado de jengibre que electriza los sentidos. Esta combinación inicial resulta tan carismática como elegante, despertando un aura sofisticada que anticipa la riqueza del corazón floral que se avecina.

En el corazón de esta creación, florecen la azucena y el ylang-ylang, aportando una sensualidad cremosa, solar y narcótica, mientras que la angélica añade un matiz herbal ligeramente anisado, que rompe con la dulzura e introduce un equilibrio perfecto entre lo etéreo y lo terrenal. Es una danza de flores blancas que evoca jardines secretos bajo el sol del Mediterráneo.

La evolución hacia el fondo es un verdadero espectáculo de calidez oriental. La vainilla, aterciopelada y golosa, se entrelaza con la suavidad envolvente del haba tonka, generando una estela adictiva que acaricia la piel con elegancia. La resina y el ámbar intensifican la profundidad, aportando un toque místico, casi hipnótico, como si de un elixir dorado se tratara.

El almizcle blanco actúa como velo de seda, difuminando las transiciones entre las notas con una delicadeza casi imperceptible, mientras que el cedro y el vetiver aportan una base amaderada, seca y ligeramente terrosa que fija la fragancia a la piel con una nobleza refinada. Esta estructura hace que Lady Tubereuse no solo sea un perfume floral, sino una obra que habla en múltiples lenguajes olfativos.

Su estela es elegante, con cuerpo, sin ser intrusiva. Tiene una duración excelente y una firma muy característica que deja huella con una feminidad poderosa pero controlada, ideal para quienes desean destacar con clase y sin estridencias. Lady Tubereuse no grita: susurra secretos perfumados al oído de quienes se acercan.

Perfecta para las noches cálidas, para los eventos especiales o simplemente para transformar un día ordinario en uno inolvidable, esta fragancia posee ese carácter atemporal que desafía las modas y se convierte en un clásico instantáneo. Es el tipo de perfume que deja recuerdos imborrables en el aire y en la memoria de los demás.

Lady Tubereuse es un homenaje contemporáneo al lujo clásico. Su frasco, que recuerda a una joya de inspiración árabe con líneas modernas, encapsula perfectamente el espíritu de la fragancia: femenino, enigmático y espléndidamente opulento. Es una oda a la mujer que se atreve a ser memorable, sin necesidad de pedir permiso.