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Desde el primer instante, esta fragancia floral cautiva con la pureza cristalina del Azahar y el frescor vibrante del Neroli, transportándonos a un jardín mediterráneo al amanecer. El Jazmín y el refinado Geranio Bourbon completan esta apertura con un acorde elegante, luminoso y sutilmente verde, que actúa como preludio de una experiencia profundamente sensorial.
En el corazón del perfume, el absoluto protagonista se despliega en todo su esplendor: el Ylang Ylang, también conocida como la “flor de las flores”. Su aroma exuberante y radiante, con matices dulces, florales y ligeramente especiados, se entrelaza con la intensidad sedosa del Jazmín Sambac, el carácter romántico de la Rosa y el exotismo soleado de la flor de Tiaré, evocando paisajes tropicales y emociones intensas.
Este bouquet floral se siente como una caricia dorada bajo el sol, envolvente y profundamente femenino, que celebra la belleza de la naturaleza con cada nota. La composición se equilibra con maestría y nunca resulta empalagosa, sino vibrante, sensual y viva.
En el fondo, la calidez envolvente de la Vainilla y la suavidad tostada del Haba Tonka crean una base cremosa, reconfortante y adictiva. Pero es el regreso del Ylang Ylang, esta vez con un carácter más ambarino y sensual, el que marca la estela de la fragancia, dejando una impresión inolvidable sobre la piel.
Este perfume floral oriental no solo celebra la riqueza olfativa del Ylang Ylang, sino que lo transforma en un himno a la feminidad, al exotismo, y al poder evocador del aroma. Es perfecto para quienes buscan fragancias intensas, florales y sofisticadas, con una estela sensual que hable por sí sola.
Ideal tanto para días soleados como para noches especiales, su estela luminosa y su intensidad emocional lo convierten en una joya olfativa, pensada para mujeres que desean dejar huella. Este perfume no es solo una fragancia: es una declaración de elegancia, exotismo y pasión floral.
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