Fôm: un ritual olfativo de fuego, licor y emociones profundas
Familia Olfativa: Ambarada Amaderada
Notas de Salida: Whisky escocés, ron añejo, caramelo tostado, resina de elemí, bergamota chispeante
Notas de Corazón: Alquitrán de abedul, ládano resinoso
Notas de Fondo: Madera de agar (oud), cuero curtido, cedro seco, mirra, musgo de roble húmedo
Fôm no es solo una fragancia: es una escena íntima atrapada en un frasco. Desde el primer instante, despliega ante nosotros un escenario invernal de evocación cinematográfica: la calidez de una cabaña de madera, las llamas crepitando en una chimenea ancestral y el sonido tenue de copas que se entrechocan mientras la noche avanza con confidencias y risas ahogadas en terciopelo.
En sus notas de salida, el whisky y el ron se presentan como anfitriones cálidos y sofisticados. No se trata de un simple acorde alcohólico, sino de una verdadera sinfonía etílica que habla de barricas antiguas, de licor añejo madurado con tiempo y paciencia, de un lujo sin ostentación. El caramelo, untuoso y oscuro, envuelve esta apertura con una dulzura densa, casi golosa, mientras que la resina de elemí aporta un toque balsámico, envolvente, como una niebla resinosa que acaricia los sentidos. La bergamota, sutil y brillante, ilumina fugazmente el inicio, como un destello antes del crepúsculo.
A medida que la fragancia evoluciona, el corazón se oscurece y se enciende a la vez. El alquitrán de abedul irrumpe con su carácter denso y ahumado, transportándonos directamente a la esencia de la madera ardiendo. Junto con el ládano —una resina rica, con matices animales y ámbar—, construyen una base emocional que evoca brasas, cuero envejecido y el eco de historias contadas al calor del fuego.
El secado de Fôm es pura introspección. Las notas de fondo emergen lentamente, como el humo que asciende en espirales. El oud se manifiesta con su aura enigmática, profunda, entre lo terroso y lo sagrado. El cuero añade textura, robustez, una piel curtida por el tiempo. El cedro, seco y lineal, equilibra con elegancia la densidad de las otras notas. La mirra y el musgo de roble completan el viaje con un toque ritual, casi místico, que permanece en la piel como un susurro ancestral.
Esta creación es una oda al invierno, a lo íntimo, a lo sensorial. No busca agradar de forma superficial, sino seducir a través del misterio, la calidez y la emoción profunda. Fôm no es para cualquiera; es una fragancia que exige entrega, piel y tiempo.
Ideal para almas que encuentran belleza en lo insólito, en lo crepuscular. Para quienes prefieren el terciopelo al satén, las sombras a los focos, el murmullo al grito. Es un perfume que se lleva como se disfruta una conversación con un buen amigo: sin prisa, con el alma abierta y una copa de algo inolvidable en la mano.
Su estela es envolvente pero discreta, como el humo que se entrelaza entre libros antiguos y paredes de madera. En piel, su longevidad es exquisita: deja una huella persistente, una historia por contar. Perfecto para noches frías, encuentros íntimos o simplemente para perderse en uno mismo.
Fôm no es una elección racional. Es un impulso emocional, un capricho del alma, un viaje olfativo que enciende recuerdos y sensaciones dormidas. ¿Estás listo para dejarte abrazar por el fuego?
Ficha de datos
- Cantidad en ml
- 50ml
- Cantidad ml para Precio Unitario
- 100ml
Referencias específicas