Fiori Di Mare Home Diffuser 200 ml - Perris Portofino

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NOTAS DE SALIDA: Pimienta Rosa, Pomelo, Sal en Polvo.

NOTA DE CORAZÓN: Peonía, Rosa Blanca, Jazmín.

NOTA DE FONDO: Sándalo, Pachulí, Vainilla, Almizcle.

NOTAS DE SALIDA: Pimienta Rosa, Pomelo, Sal en Polvo. Las notas de salida son como un estallido de frescura y vitalidad. La Pimienta Rosa aporta un toque picante y dinámico, mientras que el Pomelo añade una sensación cítrica y estimulante. La presencia sutil pero distintiva del Sal en Polvo agrega una dimensión intrigante y adictiva, dejando una primera impresión memorable y energizante.

NOTA DE CORAZÓN: Peonía, Rosa Blanca, Jazmín. El corazón de la fragancia revela una delicada armonía floral. La peonía despliega su encanto femenino y elegante, mientras que la rosa blanca aporta una nota de pureza y romanticismo. El jazmín, con su aroma embriagador, completa este bouquet floral, infundiendo la composición con una sensualidad irresistible y una profundidad emocional cautivadora.

NOTA DE FONDO: Sándalo, Pachulí, Vainilla, Almizcle. Las notas de fondo confieren a la fragancia una base sólida y envolvente. El sándalo y el pachulí añaden una cualidad terrosa y amaderada, aportando calidez y profundidad. La vainilla suaviza la composición con su dulzura reconfortante, mientras que el almizcle proporciona una sensación cremosa y sensual. En conjunto, estas notas crean una estela cautivadora y duradera, envolviendo el espacio con una atmósfera refinada y seductora.

En la vasta sinfonía de aromas que componen la fragancia, el sándalo emerge como un acorde fundamental, infundiendo una calidez terrosa que arraiga profundamente la composición. Su presencia evoca la serenidad de los bosques antiguos, donde la tranquilidad se entrelaza con la fuerza silenciosa de la naturaleza.

A medida que la fragancia se despliega, el pachulí se suma con su distintivo aroma exótico y misterioso. Sus notas terrosas y herbáceas dan una profundidad fascinante, como si fueran las capas de la historia misma, añadiendo un toque de intriga a la experiencia olfativa.

La vainilla, suave y reconfortante, se desliza suavemente entre los otros elementos, como un abrazo cálido en una noche fría. Su dulzura envolvente suaviza los bordes de la composición, aportando una sensación de indulgencia y placer sensorial.

Finalmente, el almizcle emerge en la nota de fondo, sutil pero persistente. Su carácter animal y sensual aporta una sensualidad intrigante, una suerte de misterio que se despliega lentamente, como una melodía que se desvanece en la distancia, pero que nunca se olvida.