Cirque du Soleil: Del asombro visual... al olfativo

Un viaje que comenzó en las calles de Quebec

Antes de conquistar los escenarios del mundo, Cirque du Soleil era solo un grupo de soñadores con los pies en la tierra y la cabeza muy por encima de las nubes… literalmente. A principios de los años 80, un puñado de artistas callejeros, liderados por Gilles Ste-Croix, recorría las calles de Baie-Saint-Paul, un pintoresco rincón en la provincia de Quebec, encantando a locales con zancos, fuego, música y un caos maravillosamente coreografiado. Eran conocidos como Les Échassiers, pero no sabían que estaban pariendo una revolución cultural.

El espectáculo que cambió el mundo

Fue en 1987 cuando el mundo se rindió ante su magia. Durante su debut en Los Ángeles, We Reinvent the Circus rompió los esquemas de lo que un circo debía ser. Nada de animales, nada de lo clásico. Todo era una sinfonía de creatividad: escenarios envolventes, interacción teatral con el público, y una estética visual arrebatadora. Desde entonces, Cirque du Soleil dejó de ser “un show” para convertirse en un universo propio. A cada paso, a cada espectáculo, fue construyendo un lenguaje artístico multidimensional: visual, auditivo, emocional… y ahora, también olfativo.

El arte de emocionar, ahora embotellado

Un perfume que nace de la emoción escénica

Después de décadas desafiando la gravedad y las convenciones, Cirque du Soleil decidió ir más allá del escenario y dar un salto a lo inesperado: el mundo del perfume. ¿Por qué? Porque los recuerdos no solo entran por los ojos o los oídos. El olfato es el sentido más emocional, el que puede transportarte en segundos a un momento de asombro, risa o vértigo. Y si algo sabe hacer esta compañía, es dejar huellas sensoriales imborrables.

Una fragancia pensada como un acto escénico

Así nació su primer perfume: una sinfonía aromática tan sorprendente como uno de sus espectáculos. Cada nota ha sido pensada como una escena. La salida, chispeante y luminosa, es como el primer acorde que abre el telón: Bergamota NaturePrint®, Algodón de Azúcar y Manzana Roja, una combinación que despierta los sentidos como una ovación inesperada. El corazón y el fondo se revelan poco a poco, con la misma intención narrativa de sus espectáculos: siempre dejando algo por descubrir, siempre invitando a sentir más.

Diseñado para todos, pensado para el futuro

Unisex, vegano, ético… y con alma

Cirque du Soleil ha sido siempre inclusivo, diverso y comprometido. Su perfume no podía ser distinto. Formulado sin crueldad animal, con ingredientes de origen ético y pensado para todo tipo de pieles y personas, esta creación no busca encajar en etiquetas, sino liberarte de ellas. Es una fragancia que te acompaña, te transforma y te conecta con lo extraordinario dentro de ti.

Más que un aroma: una experiencia emocional

Duración, profundidad y evolución constante

Como un buen espectáculo, esta fragancia no se queda en lo superficial. Tiene una fórmula de liberación gradual, lo que significa que cambia contigo durante el día. Lo que hueles por la mañana no será igual por la tarde. Es una experiencia en capas, pensada para sorprenderte una y otra vez, como lo haría una escena inesperada en medio del show.

Un tributo a lo que nos hace vibrar

Hay momentos que se quedan para siempre: la primera vez que viste a alguien levitar en escena, el instante en que el silencio se rompe con aplausos, o ese giro que no viste venir. Este perfume está hecho de todos esos momentos. Es un homenaje olfativo al asombro, la adrenalina, la belleza y la vulnerabilidad del ser humano en movimiento.

Formatos disponibles y una sorpresa especial

Disponible en formato regular y de viaje, para que te lleves un pedacito de magia estés donde estés. Y como el espectáculo siempre debe continuar…
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Una firma invisible con identidad escénica

Más que una fragancia, es un acto poético. Una invitación a reconectar con tu niño interior, con tu instinto más libre, con la versión de ti que aún se asombra. Con cada aplicación, es como si sonara el preludio de algo grande. Y sí: el telón está por levantarse.